Anette rocks. Y se acabó la discución.
Dark Passion Play no necesita una frase para definirlo, pues Dark Passion Play es lo que su propio nombre reza.
El disco es tremendamente contundente, casi podríamos decir que mantiene el mismo nivel en su totalidad, lo cual siendo 75 minutos debe resultar complicado.
Sin embargo, Dark Passion Play es un disco que casi ni se siente pasar. Además, es más variado que cualquier otro disco de Nightwish: thrash, gospel, celta y la música de corte árabe se mezclan con el ya conocido estilo de Nightwish que evoluciona directamente del Once, con composiciones que incluso superan a muchas de su antecesor.
Mucha de esta variedad se debe no sólo al impresionante apoyo de la London Symphony Orchestra, sino a la nueva colalista del grupo, la sueca Anette Olzon, la cual con un timbre completamente diferente al de la soprano Turunen, le da un diferente estilo al grupo, y en opinión de quien escribe, mejor.
Dark Passion Play es, haciendo un balance eneral, un gran disco, muy interesante y variado. Es, además, la prueba de que hay Nightwish para rato.
Nightwish son:
Anette Olzon - voz
Tuomas Holopainen - piano y teclados
Marco Hietala - bajo y voz
Jukka Nevalainen - batería
Emppu Vuorien - guitarras
Dark Passion Play no necesita una frase para definirlo, pues Dark Passion Play es lo que su propio nombre reza.
El disco es tremendamente contundente, casi podríamos decir que mantiene el mismo nivel en su totalidad, lo cual siendo 75 minutos debe resultar complicado.
Sin embargo, Dark Passion Play es un disco que casi ni se siente pasar. Además, es más variado que cualquier otro disco de Nightwish: thrash, gospel, celta y la música de corte árabe se mezclan con el ya conocido estilo de Nightwish que evoluciona directamente del Once, con composiciones que incluso superan a muchas de su antecesor.
Mucha de esta variedad se debe no sólo al impresionante apoyo de la London Symphony Orchestra, sino a la nueva colalista del grupo, la sueca Anette Olzon, la cual con un timbre completamente diferente al de la soprano Turunen, le da un diferente estilo al grupo, y en opinión de quien escribe, mejor.
- El disco abre con The Poet and the Pendulum, donde se halla un verso que da nombre al disco. Esta canción, que podemos contar como una de las 3 mejores de Nightwish (si no es que la mejor) presenta a Anette, quien empieza mostrando su versatilidad, pues canta unas partes con fuerza y otras (Mother&Father) con una suavidad que saca lágrimas.
- Bye Bye Beautiful, dedicada a Tarja, suena mucho a Wish I had an angel, pero me gusta más la combinación de voces de Anette y Marco, la cual se oye en el último coro de la canción.
- Amaranth es una canción atípica en Nightwish, no porque no suene a Nightwish sino porque es una canción que podemos definir como alegre. Aquí mucho de eso se debe a Anette.
- Cadence of her last breath, mucho más oscura que la anterior, es también la canción que menos le gusta a Tuomas, pero sigue siendo una gran canción. El coro es fabuloso.
- Master Passion Greed, dedicada con amor a Marcelo Cabulli, es interpretada totalmente por Marco. Es la canción más dura de Nightwish y al oírla se antoja tener un metro de cabellera con la cual "alocarse" xD. De las mejores del disco, con un trabajo de Emppu asombroso. Con esto, podríamos decir que cierra la primera parte del disco.
- Eva es la balada con la cual oímos por primera vez a Anette en Nightwish, y con evidente razón: la canción es toda para ella. Es una balada, muy dulce, que podría hablar no de Eva, sino de Nightwish y su nueva era.
- Sahara coquetea con la música árabe, en forma diferente a The Siren. Los coros masculinos son importantes en esta canción, y es interesante oír a Anette cantando en el estilo árabe.
- Whoever brings the night, escrita por Emppu, es una canción interesante. Sus solos son notables, aunque no diría yo que es la canción más destacada.
- For the heart I once had es la más floja del disco. Pese a ser una buena canción, palidece un poco frente al resto del disco. Es además, la última canción de esta segunda parte del disco.
- The islander, escrita y cantada por Marco, es una acústica celta preciosa. Anette hace coros en segundo plano, y la combinación de sus voces se oye casi perfecta.
- Last of the Wilds es la pieza instrumental del disco. Celta y orquestal, una gran labor de Emppu y Jukka, así como la orquesta y los solistas invitados.
- 7 days to the wolves, de gran protagonismo orquestal, es la segunda mejor del disco. Empieza bien, pero a partir del cambio de ritmo a los 3 minutos se convierte en una obra maestra. Lo mejor: Anette cantando muy heavy.
- Meadows of Heaven, encargada de cerrar el disco, es otra maravilla. Esta vez la combinación del estilo Nightwish se da con un coro gospel obteniendo partes sencillamente admirables. Tuomas tenía razón al decir que esta canción era la ideal para cerrar el disco.
Dark Passion Play es, haciendo un balance eneral, un gran disco, muy interesante y variado. Es, además, la prueba de que hay Nightwish para rato.
Nightwish son:
Anette Olzon - voz
Tuomas Holopainen - piano y teclados
Marco Hietala - bajo y voz
Jukka Nevalainen - batería
Emppu Vuorien - guitarras